La profesora Ana María Wiersma fue la encargada de hacer uso de la palabra en la audiencia pública que se celebró en la sala "Arturo Illia" del Senado Nacional donde se busca concretar el resurgimiento ferroviario.
Estuvo acompañada por el titular de la U.C.R distrital Luis Angel Bories y por el presidente y secretaria del subcomité Saavedra, Fabián Fritz y Debora Arias, además de integrantes de la juventud radical en las personas de Sabina Roth, Corel Bigurrarena, Lucía Zubillaga y por el FPV-PJ la joven Ailén Coradini.
Por iniciativa de la U.C.R. nacional fue invitada a exponer y su mensaje produjo emociones fuertes y lágrimas entre ellos en el Secretario de Transporte de Brasil.
Hubo legisladores, referentes sociales, gremiales e integrantes de las víctimas del accidente ferroviario en Once.
El ferrocarril venía padeciendo hasta que llegó la debacle producida en la década del '90 con la privatización en primer término de los corredores de carga que concentraron la herradura más productiva del país.
Se dio paso tres años más tarde a que también los trenes de pasajeros en nuestro territorio pasará su personal a depender de la provincia de Buenos Aires.
Así muchas comunidades que se crearon a la vera del paso del tren quedaron incomunicadas y muchas de ellas vacíadas laboralmente.
Su personal en una gran mayoría fue cesanteado, otros con retiros voluntarios y los menos reubicados, otros debieron emprender nuevos rumbos en búsqueda de trabajo y otro grupo se quedó en su terruño.
Ya con un defícit profundo en la estructura ferroviaria a más de veinte años se aprecia la falta de inversión, la improvisación y lo más triste que estas decisiones han llevado a que se perdieran vidas humanas.
Estas situaciones fueron alertadas oportunamente pero no se escuchó.
Muchos dicen que se necesita un verdadero plan maestro de transporte y quizás haya que empezar de cero para que Argentina vuelva a ser integradora de comunidades a través del ferrocarril.
Se han tomado ejemplos de avances en lo ferroviario como de Brasil, España, Inglaterra ó Japón, una de las potencias.
Pareciera que en todos lados funciona el ferrocarril menos en nuestra querida República.
Esperemos que esta iniciativa propulsada por el radicalismo busque sumar a distintas corrientes políticas para que la puesta en marcha en serio del ferrocarril sea una política de estado en el país y que aprendamos de nuestros errores.
Se debe trabajar por una ley federal pero en todo el sentido de la palabra de transporte.
Nuestra historia, nuestros trabajadores, nuestro ferrocarril se merece recuperar el lugar trascendente que debe tener en un país como el nuestro.