martes, 13 de noviembre de 2012

Integrantes de Fazenda Da Esperanza visitaron Saavedra



Inauguran en el ex Hogar Vatteone(Carhué) el 24 de noviembre una casa donde desde la espiritualidad los jóvenes puedan recuperarse de sus adicciones.
La tarea de recuperar a jóvenes de las adicciones nació en Brasil el 29 de junio de 1983 por medio de un joven llamado Nelson quien vio como un grupo de jóvenes se drogaba y de ese grupo salió Antonio y allí fueron los primeros paso de lo que se denominó "Fazenda Da Esperanza" (Hacienda de la esperanza).
El domingo 11 de noviembre el sacerdote responsable Sergio De Paola junto con un grupo de jóvenes misioneros -recuperados de distintas adicciones- provenientes de Argentina, Paraguay y Brasil llegaron a realizar una visita a la parroquia "Nuestra Señora del Carmen".
Fueron recibidos por el sacerdote Sergio Jara y así lo harán en distintas recorridas en la arquidiócesis bahiense.
La "Fazenda Da Esperanza" en nuestra zona quedará formalmente inaugurada el 24 de noviembre con una misa a las 10 horas en el ex Asilo Alzaga Unzué de Arturo Vatteone en el distrito de Adolfo Alsina con la presencia de los fundadores y del arzobispo, monseñor Guillermo Garlatti.
Al culminar se compartirá una comida a la canasta con las personas que han logrado recuperarse de las adicciones.
El lugar está ubicado a 12 kilómetros de Carhué por entrada a esa localidad en la ruta 60.
Para contactarse podrán llamar al 02924- 497219.
El sacerdote De Paola comentó que" su nombre(fazenda, en portugués) es un poco en el sentido de hacienda, finca, campo y se dice fazenda de la esperanza ya que nosotros tenemos como un carisma de acoger personas que perdieron su esperanza por el tema de las adicciones.
Tenemos esta función dentro de la iglesia", graficó el sacerdote de origen brasileño hoy afincado en Uruguay.
Hace quince días que han llegado y somos diez personas de diferentes comunidades de Argentina, Brasil y Paraguay.
Venimos a recibir a los jóvenes que deben iniciar el proceso de recuperación a partir de enero".
Nuestro entrevistado y sus colaboradores vienen en misión por unos treinta días y luego se va a elegir dos responsables.
"Serán los encargados de llevar a cabo el trabajo en la fazenda en Carhué.
Hay 85 comunidades en el mundo y son 14 sacerdotes para ayudar.
Nuestro trabajo es todo voluntariado, no utilizamos medicación, ni tratamiento médico, siquiátrico, ni sicológico; solamente a través de la espiritualidad, el trabajo y la convivencia, es el trípode que nosotros llamamos.
Lo que maneja todo es la espiritualidad, es el eje principal.
Los jóvenes que visitaron Saavedra son personas recuperadas de diferentes adicciones y pasaron "por procesos de recuperación y hay solamente uno que es voluntario y papá de un chico que se recuperó con nosotros y quedó en Vatteone", dijo el sacerdote  De Paola.

Donaciones:

El padre De Paola señaló que necesitan para culminar algunos procesos de pintura en la casa del ex Hogar Vatteone donde funcionará está  Hacienda de la esperanza pintura.
Puede ser latex blanco ó pintura sintética gris.

Mayor información: www.fazenda.org.ar (en Argentina).
(0291)156434946, Padre José María Masson.
www.fazenda.org.br (en Brasil)

Testimonios
 -Un argentino:Fernando de Córdoba, nos relató:" comenzé a usar drogas a los 12 años de edad por muchos problemas familiares.
Tuve que salir a trabajar a la calle, empezé por curiosidad.
Lo que empezé como un juego se transformó en algo serio.
Los años fueron pasando y lo que hacia no era usar solo drogas, sino robar y traficar drogas durante siete años de mi vida.
Hoy con 21 años, pasé por un proceso de recuperación en la Fazenda en Deán Funes y comenzé a descubrirme y aceptarme como soy por el amor de Dios.
Aceptar mis debilidades y fortalecerme con el espíritu.
La base es la espiritualidad que era lo que me faltaba".
En mi adicción enfermé a toda mi familia, ellos se preocuparon y sufrieron mucho.
Era un dolor muy grande dentro de mi casa era el único adicto a las drogas y mi papá adicto al alcohol.
Cuando yo dí un Sí a Dios él ayudó a mi padre a que saliera de su problema, ayudó a mi madre económicamente y a mis hermanos a sanar todas las heridas que uno causó.
No solamente a mí sino a toda mi familia sacó Dios de este flagelo".
Está Fernando en la escuela misionaria y de preparación aquí en Vatteone.
"Estoy donando mi vida a Dios, se verá al final de la misión sí desea volver a su casa ó donar más tiempo a la misión".
Desde la oscuridad de la droga que pinta todo muy lindo a la luz de hoy ""a mí me llevó siete años de mi vida darme cuenta.
Saber que se puede salir, es difícil y hay que ir por la puerta estrecha como dice el evangelio.
Cristo fue el único que nunca me abandonó".

-Rafael es un brasileño de 30 años, de San Pablo.
Empezó a consumir droga a los doce años iniciando con el paco.
"Perdí mi familia, todo lo que tenía.
Fuí a la cárcel por dos años por un asalto.Cuando salí empezar a practicar pequeños hurtos, robos, a traficar y después cuando no tenía más nada me empezé a prostituir para consumir.
Cuando tenía hambre comía del basurero de restaurantes.
Busqué ayuda en mi abuela, mi prima y mi tía.
Ellas extendieron las manos y yo conocí la Fazenda en San Pablo y pude cambiar mi vida no con pastillas.
La pastilla que recibimos nosotros a diario es la eucaristía, la palabra del evangelio y practicando pequeños actos de amor para mi hermano, todo eso cambió mi vida.
Me hizo transformar en una nueva persona.
Decidí dejar todo lo que tenía en Brasil y hace tres meses que terminé el proceso y me quedé quince días en mi casa con mi familia.
Tuve una propuesta de trabajo, mi tío me ofrecía pagar la universidad y yo quise dejar todo eso, seguir a Dios y donar un año de mi vida a esta obra.
Tengo muchas ganas de quedarme en Argentina por un año, estoy de corazón abierto y dependo de un responsable por obediencia a el y a la palabra.
Primero fui a Bolivia a hacer una premisión, luego en Argentina la escuela misionera por dos meses en Córdoba y ahora por un mes en Vatteone".
La relación con sus padres y hermanos es algo que hay esperar y él está dispuesto.
"Con mi padre, mi madre, otro hermano más viejo y una hermana, con ellos yo no tengo contacto.
Fueron 17 años que yo hice muchas cosas malas y demora un tiempo para que ellos me perdonen.
Yo confío en Dios, yo no tengo que adelantarme, todo tiene su tiempo, estoy tranquilo.
Lo que yo puedo hacer es orar por ellos y confiar en Dios".
El mensaje para los chicos que están en el paco o las drogas más purificadas.
"Yo les digo que no esperen, que busquen ayuda cuando más va pasando el tiempo uno va a fondo del pozo.
Conversen con un sacerdote en la iglesia, procuren un grupo de esperanza viva que aquí en Argentina hay muchos, confién en su padre y en su madre.
Abrir el corazón porque la ayuda es muy importante.", culminó.