sábado, 30 de marzo de 2013

Emoción en el Vía Crucis Viviente en la Ermita de Saavedra




Con un marco especial como es el santuario de la Ermita "Nuestra Señora de Luján de la Sierra" de Saavedra se desarrolló en la noche del viernes santo, 29 de marzo, la décimo septima edición del vía crucis viviente.
En la apertura hubo palabras de agradecimiento para todos los que han colaborado y colaboran hoy, también a las autoridades, recordando aquellos que han fallecido.
Hubo palabras por la elección del Papa Francisco.
"Y este año con una especial alegría por el Papa Francisco, argentino, latinoamericano que nos pide especialmente estar junto al hermano que sufre, estar cerca" ...
La idea nació por iniciativa del entonces capellán del santuario mariano monseñor Luis Carlos Montero en 1995 y se concretó en el año 1996 bajo una torrencial llovizna con la presencia de setenta actores y coordinados por Edgardo Carrasco y Marta H. de Castillo, que hoy prosigue como titular de la comisión del santuario y una de las coordinadoras de este Vía Crucis Viviente.
La pasión, muerte y resurrección, fiesta central de la cristiandad, tuvo en su inicio la figura de Jesús el buen pastor que aparece con un pequeño corderito en brazos y hablándole a sus díscipulos.
El papel central como años anteriores estuvo a cargo del joven Pablo García.
Fue un relato gauchesco del evangelio criollo del sacerdote jesuíta cordobés Amado Anzí donde José Alberdi tomó la voz de Jesús y acompañado por Miguel Balbiano, Laura Simon, Susana Venanzi y Marcela Fortunati.
Le siguió la traición de Judas, la última cena, el lavatorio de pies de Jesús a los díscipulos, la institución del sacerdocio y la eucaristía.
El coro acompañó el relato y escenas con la participación de Horacio y Mauri Bonetti, Daniel Ibaldi, Marianela Biscaichipy, Sabrina Reguera y Bautista Alvarez.
"Quien quiere el primer lugar que aprenda a ser servicial", señalaba un pasaje de una canción en el momento del gesto humilde del Salvador al lavor los pies a los apóstoles.
Vecinos de Saavedra, Pigüé, Coronel Suárez, Bahía Blanca, La Plata, Tornquist, Monte Grande, Buenos Aires  y Córdoba por citar algunos sitios participaron del Vía Crucis señalando el momento más emotivo para la gran mayoría fue la crucifixión.

Apóstoles:
Doce vecinos tomaron el lugar de los apóstoles.
El más veterano fue Dalio Sequeira con 82 años y con él Héctor Gomez, Francisco Meli, Alberto Jaled(Santiago), Héctor Placánica, Juan Carlos Castillo (como Pedro), Nelson Agosta (Juan), José Cabral, Ricardo Iriarte, Alfredo Berardo, Hugo Moyano y Omar Peralta(Judas).

Juzgan y crucifican a Jesús: En el pretorio Poncio Pilato (Carlos Bittner) esuchaba a  los jefes quien le pidieron la condena de Jesús y la liberación del criminal Barrabás, dando luego al inicio del calvario con la cruz a cuestas.
Allí Jesucristo se encuentra con su madre María (Sandra Herrero), con Simón de Cirene(Hugo Agosta) que le ayuda a llevar la cruz, con las mujeres que lloran, donde la Verónica (Alicia Biasoli)  le seca el rostro desfigurado y se aprecian las tres caídas.
Le arrancan la ropa y a las 21.42 Jesús es levantado en la cruz junto a los dos ladrones (Alejo Aguirre y Stefano Sonzini).
Hay un activo trabajo de los soldados que se reparten la ropa con tiros de taba, le dan vinagre a Jesús, el centurión(Joaquín Fortunati) habla de la realeza de Jesús y un soldado le da un lanzazo en el pecho (Luis Schneider) de donde mana sangre y agua.

Piden el cuerpo de Jesús: José Arimatea (Aníbal Bonetti y Nicodemo (Alberto Torrisi) piden autorización a Pilato para bajar el cuerpo de Jesús para dar paso a la escena de la Virgen María  quien recibe en sus brazos a su hijo muerto.

Sepulcro y resurrección: Llega la escena del sepulcro con el diálogo de las tres Marías, la presencia de los ángeles y la resurrección de Jesús en el cerro elevado, su descenso y la paloma- símbolo del Espíritu Santo- que se hace presente junto a los apóstoles.

Escenas finales:Este año se incorporó la escena donde Jesús resucitado se hace presente ante los apóstoles diciendo¨"la paz esté con ustedes" , por segunda vez a todos los díscipulos y especialmente a Tomás quien no creía en su resurreción y luego afirma al verlo en su gloria:Jesús mio y Dios mío.
Jesús dice finalmente:"Felices los que creen sin haber visto y oído".

Fotos gentileza Jimena Bonnat